domingo, 4 de noviembre de 2012

Cuarto día (mini relato, 4º parte)

Aquella mañana el cielo había amanecido cubierto de nubes. Estaba claro que llovería, pero se quedó dormido, y salió tan rápido de casa hacia la universidad que olvidó coger un paraguas.
Tras todo el día de tormenta y abundante lluvia mientras estaba en clase al fin llegó la hora de reunirse con su amiga. Puesto que llovía tanto la gente estaba aglomerada en la universidad y entre unas cosas y otras se le hizo tarde. Cuando se dio cuenta salió corriendo sin pensárselo dos veces bajo la lluvia hacia el parque donde estaba seguro de que ella le estaba esperando.
Había pasado ya media hora de más y llovía a mares cuando él llegó al parque y empezó a buscarla con la mirada. No estaba donde siempre, ni en los bancos de alrededor, lo que le abatió completamente.
Tras quince minutos buscándola finalmente se rindió, se apoyó en la barandilla donde siempre hablaban y se quedó mirando a la nada bajo la lluvia, triste, sintiéndose culpable incluso por haber llegado tan tarde. Pero cuando ya estaba dispuesto a irse escuchó la voz de la muchacha proveniente de detrás de unos arbustos, bajo un árbol en el que ella intentaba cobijarse de la lluvia sin lograrlo:
-Yo también he olvidado el paraguas - dijo mirándole con incredulidad y sin poder evitar demostrar preocupación en su rostro por lo mojado que estaba aunque ella también estaba empapada.
Él ni siquiera dijo nada, simplemente se acercó a ella y la abrazó con todas sus fuerzas mientras le susurraba con ternura al oído: "lo siento mucho, no volveré a llegar tarde. Jamás".
Ella se quedó sin habla. Era la primera vez que tenían tanto contacto el uno con el otro, y apesar de estar ambos completamente empapados sintieron un calor tan reconfortante que estuvieron abrazados durante horas bajo la lluvia.
De pronto dejó de llover, y es lo que hizo que volvieran en sí. Se separaron lentamente mirándose a los ojos hasta que finalmente sus cuerpos ni se rozaban, aunque ambos seguían sintiendo ese calor en el cuerpo que no querían que se fuera jamás.
Entonces él la agarró de la mano y le hizo un gesto con la cabeza sonriéndola para que le siguiera, y ella lo hizo sin dudar.
Salieron del parque agarrados de la mano hasta una parada de autobus, en la que él buscó en su carpeta un trozo de papel seco y se lo dio a ella junto con un bolígrafo. Ella automáticamente dividió el papel en dos, escribiéndole en uno de los dos trozos su número de teléfono, y el otro se lo devolvió cediéndole el bolígrafo de la misma manera que él lo había hecho antes. Él sonrió y apuntó su número en el papel en blanco, guardándoselo a ella después en el bolsillo del pantalón mientras le daba un beso en la mejilla en señal de despedida.
De nuevo se separaron lentamente mirándose fijamente a los ojos, y cuando sus cuerpos ya no se rozaban ella se dio la vuelta con una sonrisa en el rostro y se fue, y él, tras perderla de vista, hizo lo mismo.

"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"

viernes, 2 de noviembre de 2012

Que me arrastre el viento

Quiero que me arrastre el viento
Como un trozo de papel
Revolcarme por el cielo
Y no caer

Y no pensar

Tan solo quiero no pensar

Y copiar el movimiento

Irrepetible azul del mar
Arrancarme los recuerdos
No volver a repasar
Adelante, solo quiero no caer

Y no pensar, tan solo quiero no pensar

Evitar el parpadeo, de las estrellas al brillar

Algo tiene ese bar

Que está cerca de aquí
Que es más fácil entrar
Que aprender a salir sin ti
Aunque nada es verdad
Las verdades aquí, tienen forma de puñal

Algo tiene ese bar

Que está cerca de aquí
Que es más fácil entrara
Que aprender a salir sin ti
Y aunque nada es verdad
Las verdades aquí, tienen forma de puñal


"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"

Decepción

¿Sabéis esa sensación que se siente a veces cuando una persona a la que conocías como a ti mismo y por la que darías la vida de pronto cambia y te hace daño?, sí...seguro sí...
He llegado a la conclusión en estas últimas semanas, aunque ya vengo planteándomelo desde hace años, que la gente hay un momento en la vida en la que nos decepciona. Da igual que sea un amigo de la infancia, uno de hace meses, alguien a quien considerabas un hermano o incluso la persona a la que más has querido en este mundo, tarde o temprano te decepcionarán, al igual, no os confundáis, de que vosotros y yo misma también decepcionaremos a la gente, queriendo o sin quererlo, pero lo veo algo inevitable.
Vale que hay varios tipos de decepción, las que se pueden perdonar y olvidar porque son nimias y las que nunca podremos dejar pasar. ¿Pero sabéis cuál es el problema?, que la magnitud de la decepción no depende solo de la decepción en sí, del hecho, de lo que haya pasado, sino de la persona de la que proviene, eso es lo que le da más o menos peso a dicha decepción.
Cuando una persona es amiga tuya pero desde hace poco y no has vivido aún experiencias realmente importantes con ella si te decepciona es como si realmente no importase o te lo esperases, porque realmente seguro que ni la conoces de verdad todavía. Pero después de años de amistad...hasta el más mínimo fallo puede ser fatal, insuperable e inolvidable, porque a esa persona sique la conocías, o eso creías, y sí era importante para ti.
¿Qué hacer cuando una persona te decepciona?, no lo sé la verdad, ni siquiera yo, encontrándome en la situación bastantes veces he sabido reaccionar, eso sí, lo que sique sé es que el 80% de esas bastantes veces he perdido a esa persona, porque ya nunca podía volver a ser lo mismo.
Hay gente, que por temor a ser decepcionada o dolida, directamente prefiere estar sola y ser completamente independiente de todos y de todo, y sí, eso a veces puede parecer lo mejor, pero el ser humano somos una manada, no estamos hechos para estar solos, sino para crear una cierta dependencia de otras personas y vivir con ellas, o por lo menos yo lo veo así.
La verdad es que yo no soy de ese tipo de personas, a mi me gusta tener a gente en la que poder confiar, gente que sé que estará ahí si la necesito, aunque a veces no crea tenerla.

"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"