martes, 5 de noviembre de 2013

Fin de semana

Hay fines de semana y fines de semana.
El mes pasado, por ejemplo, he tenido un solo fin de semana libre de verdad para hacer cosas, ya que los otros tres he estado muy ocupada, aunque no he creado esta entrada para hablar de eso la verdad, es una simple anotación que hago para que, digamos, podáis comprender aunque sea minimamente lo que ha supuesto el fin de semana pasado para mi, ya que es para el que he creado y estoy escribiendo hoy esta entrada, pero debo empezar por el principio, no quiero adelantarme a los acontecimientos.
Desde hace ya como un mes pensé en un plan para cubrir el puente pasado, el cual ansiaba e incluso necesitaba, pero el cual hasta apenas unos días antes de llegar el jueves del puente no supe si podría llevarse a cabo, así es que ya podéis imaginaros la ilusión y tranquilidad que me provocó recibir la respuesta que tanto ansiaba a la pregunta: "¿puedo ir?". Fue puro éxtasis toda la semana pasada pensando en todos los planes del fin de semana, os lo aseguro, un éxtasis puro como hacía mucho que no sentía.
Supongo que algunos de vosotros debéis estar pensando que el plan se fue al traste, al igual que uno concretamente de mis lectores sabe que no solo no fue así, si no que fue maravilloso.
Exacto, mis planes se cumplieron, mis deseos se hicieron realidad y, en resumidas cuentas, ha sido uno de los mejores fines de semana de mi vida.
¿Por qué os cuento todo esto?, cuando he empezado a escribir, si os soy sincera, ni siquiera sabía lo que surgiría de mi, las palabras que pondría, ni siquiera de que os hablaría exactamente  pero ahora ya lo se, y si os cuento todo esto, queridos lectores, es para que nunca perdáis la esperanza con nada.
Por regla general soy una persona muy pesimista, aunque desde hace un tiempo una amiga intenta quitarme esa fea costumbre, y aunque temía con toda mi alma que realmente este puente pasado terminara siendo horroroso no perdí del todo la esperanza, y bueno, hice bien ya que todo salió genial y no estuve mal innecesariamente, impaciente si, pero al menos no mal por ante-ponerme a la situación y pensar que mi plan no se llevaría a cabo.
Así es que ya sabéis queridos lectores, la esperanza es lo último que se pierde.

"On Abatar Ura Masarakato On-Gataru"

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